Durante la excitación, la mujer experimenta la lubricación, expansión y crecimiento de la vagina, así como el hinchamiento de los labios mayores y menores de la vagina, clítoris y senos, aceleramiento de los latidos del corazón, de la presión arterial y de la respiración. Además, los músculos de los muslos, caderas, manos y nalgas se tensan.